PARA LA ORIENTACIÓN HACIA EL RENACER Y LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS
YOGA QUÉ ES Y CÓMO LO IMPARTE
PORTAL (Haz clic aquí para acceder al dossier completo de presentación de mis clases de Yoga.) Yoga,
en palabras de nuestro maestro Somma, es la ciencia de la vida. Antes
de ofrecer una aproximación para definir la palabra “Yoga” quizá sea
conveniente despejar la pequeña maraña de preconceptos y confusión que
en la sociedad occidental se formó en torno al Yoga. Por eso comenzaremos
diciendo qué cosas NO es el Yoga. - No es una gimnasia.
Aunque algunos dicen que el Yoga es una gimnasia estática, el Yoga no es
una gimnasia. Gimnasia es el arte de desarrollar, fortalecer y dar
flexibilidad al cuerpo físico por medio de ciertos ejercicios. Y es
indudable que el Yoga consigue estos efectos, pero esto no es más que una
parte del proceso. Del mismo modo que el cuerpo físico no es más que una
parte del ser humano. - No es una terapia. Si bien pocas actividades producen un efecto tan terapéutico, el Yoga no está concebido como una terapia. Si alguien necesita sanar un estado claramente definible como enfermedad, dolencia, desorden, alteración o desequilibrio, la primera ayuda que necesita es terapéutica. Acompañar un proceso terapéutico de la práctica del Yoga puede ser lo más acertado, pero, en cualquier caso, tanto el terapeuta como el profesor de Yoga deben estar informados de ello. Existe el concepto, también bastante extendido, de que hay un Yoga enfocado a determinada enfermedad. Es erróneo, pero informar del malestar a tu profesor de Yoga permitirá que él te oriente mejor en la práctica acentuando algunos aspectos que puedan resultarte especialmente benéficos y adoptando las precauciones necesarias para que ciertos ejercicios yóguicos no supongan ningún riesgo. - No es una religión. Es verdad que en sí mismo el Yoga constituye toda una vía espiritual que está a disposición de quien desee transitarla. También es cierto que la palabra “Yoga” procede de la voz sánscrita (y esta a su vez del Indoeuropeo) “Yug” que significa “unión”, “unificación”. Y que es este concepto, o este anhelo, el que late bajo el camino de realización de toda religiosidad o espiritualidad. Pero el Yoga no es una religión, pues, para empezar el Yoga no tiene un Dios y los tiene todos. A nadie para la práctica del Yoga se le exige como condición reconocer una Verdad o asumir una fe. Puede practicar el Yoga un creyente integrado en cualquier religión occidental u oriental, un agnóstico o un ateo. Además el Yoga no está socialmente organizado por sectas o religiones, sino por escuelas. El Yoga no te impone, ni siquiera te propone una visión concreta del Ser, o del Universo. Pero te ofrece los instrumentos para que generes, si lo deseas, la tuya propia. Entonces
¿qué es el Yoga? Seguramente haya tantas definiciones como monitores,
profesores, maestros o practicantes. Volvemos al principio. El Yoga es la
ciencia de la vida. En múltiples textos se utiliza el término
“ciencia” para hablar de ello, pero tampoco es lo que comúnmente se
acepta como ciencia en occidente. Sin embargo se usa ese término porque
da una aproximación, porque el Yoga es experiencial. A lo largo de la práctica
estás continuamente experimentando, explorando, buscando y encontrando.
Algunos maestros lo llaman ciencia precisamente para desmarcarlo del
terreno de la religión, en el cual lo que se asume, se asume como
creencia o dogma. El Yoga no se acata, se vive. En el Yoga no se cree, se
conoce. Por eso, si de una ciencia se tratara, siempre sería una ciencia
aplicada. Por medio de las prácticas de la respiración consciente, de
ejercicios físicos estáticos (posturas, ásanas) o en movimiento (sí,
también en movimiento), de mudras o gestos psicofísicos y la meditación,
entre otras, alcanzamos una nueva regulación del ser. Desarrollamos
flexibilidad, fortaleza, equilibrio y, en general, un estado de salud y
armonía superiores en nuestros cuerpos físico, emocional, mental y
espiritual. La práctica continuada nos dota de una herramienta de
aplicación en todos los terrenos de nuestra vida diaria. Acrecentamos
paulatina pero sólidamente todo aquello que en nuestro interior y en
nuestro exterior podemos considerar virtud. La paz y la consciencia se van
abriendo en el ser con la misma suavidad y el mismo brillo de un sol
cuando amanece. El ser comienza a encontrarse con sus propios límites y,
en virtud de este proceso, comienza también a comprender de qué material
están hechos tales límites. Se cultiva el autoconocimiento. Poco a poco,
a medida que la práctica y una mayor comprensión se van asentando,
palabras como “imposible”, “inaceptable” o “insoportable” van
perdiendo significado hasta llegar a retirarse definitivamente de nuestro
vocabulario cotidiano. La alegría de vivir se va descubriendo en las
cosas más pequeñas de nuestra existencia. Y reconocemos en ellas a las más
importantes. Decir
del Yoga que es la ciencia de la vida no es una frase hecha. Mediante la
práctica experimentamos toda clase de situaciones que se pueden dar en la
vida, desde las más cotidianas o “blandas” hasta las más extremas o
“duras”. Pero se refiere a situaciones equivalentes. Esto significa
que en la seguridad de la sala o de la propia habitación, intentando
perfeccionar, por ejemplo, una postura (ásana), puedes identificar tus
propios fantasmas, tus temores, tus complejos, tus deseos, tu forma de
vivir el dolor, el límite de tu flexibilidad, la gradual forma en que el
límite va cediendo, la manera en que tu propio espíritu competitivo
(contra otros o contra ti mismo) te hace sufrir, tu paciencia o tu
impaciencia, tu tolerancia o tu intolerancia, tu orgullo o tu humildad. En
algún momento encuentras que no es tanto el llegar a colocar alguna parte
de tu cuerpo de determinada forma, sino el camino que recorres en el
intento y todo lo que ese camino te da. Paralelamente
los ejercicios, que no son casuales ni caprichosos, abren nuevas
posibilidades en tu cuerpo, desbloquean canales de tu energía, agudizan
los sentidos, avivan tu intuición, aclaran tu mente y armonizan tu biología. Hay
múltiples modos de impartir una clase de Yoga, así como muy diversos
caminos o tipos de Yoga: Por ejemplo el Hatha Yoga incluye diversas
técnicas psicofísicas, de las cuales las más comúnmente conocidas son
las ásanas (posturas), pero también cuenta con cierres energéticos, técnicas
respiratorias, mudras, shatkarmas o purificaciones y karanas o
movilizaciones; el Karma Yoga, que eleva el nivel de consciencia
por medio de la acción desinteresada; el Bhakti Yoga, o Yoga de la
devoción amorosa desplegada sobre el Divino, la Humanidad, el Maestro, el
necesitado, etc; el Raja Yoga, o Yoga de la meditación a través
del Astanga Yoga, los ocho pasos de Pantanjali (que no describiremos aquí);
el Gñana Yoga, o Yoga relacionado con la Sabiduría súbita y con
el Conocimiento Transcendente despertados a través de la intuición; el Kundalini
Yoga, cuyo objetivo es despertar la Shakti-Kundalini, la energía que
duerme en el sacro para ascenderla y establecer la unión con la
consciencia del Ser; el Kriya Yoga, cuyo objetivo es magnetizar la
columna vertebral haciendo circular el prana por ella; el Nidra Yoga,
o Yoga del sueño consciente; el Yoga Integral, o fusión y práctica
de todos los yogas esenciales (Hatha, Karma, Bhakti, Gñana, y Raja Yoga)
para propiciar el descenso de la Energía Supramental a la materia (es
también el Yoga en el que nos forman nuestros maestros de la Escuela
Soaham); el Tantra Yoga, o Yoga de la expansión energética y de
la consciencia; el Nada Yoga o Laya Yoga, la concentración en los
sonidos “anahata”o melodías internas del ser; o, también, el Mantra
Yoga, que trabaja con los sonidos esenciales de las palabras que
vibran en el mundo físico y astral. PORTAL imparte clases de Yoga que regularmente incluyen la meditación, el Hatha Yoga y el aprendizaje práctico de la relajación. Pero también se trabajan los mantras, los mudras, trabajos con la energía, la visualización y el estudio de algunos de los antiguos textos de sabiduría yóguica, como los Yoga-Sutras de Patánjali. PORTAL
imparte clases de Yoga en su propio local de Bertamiráns
desde el año 2000. Desde
2003 PORTAL
es contratado para impartir las clases de Yoga
organizadas por el Ayuntamiento de Ames, en la provincia de A Coruña, a
lo largo de todo el curso lectivo 2003 – 2004 en las Casas de Cultura de
las localidades de Bertamiráns y Milladoiro. Nuevamente
impartimos las clases de Yoga del Ayuntamiento de Ames en Bertamiráns y
Milladoiro a lo largo del curso 2004 – 2005. En
2004 también se encarga a PORTAL
la
tarea de impartir las clases de Yoga en el Pabellón de Santa Isabel para
el Ayuntamiento de Santiago de Compostela a lo largo del curso 2004 –
2005 y después 2005-2006. Esta actividad se ve interrumpida por el cambio de residencia de Zaím a la provincia de Cuenca, que comienza en Enero de 2006 a impartir las clases de Yoga que el Ayuntamiento de Tarancón organiza y ofrece a los ciudadanos junto con otras actividades culturales y deportivas. En el mismo mes las corporaciones municipales de Santa Cruz de la Zarza (Toledo) y Horcajo de Santiago (Cuenca) abren sendas convocatorias para ofrecer las clases de Yoga impartidas por Zaím como PORTAL. Desde estas mismas líneas ofrecemos a corporaciones, asociaciones y colectivos el servicio de formación permanente de Yoga siempre que nuestro horario lo permita. Si eres organizador y te interesan mis clases de Yoga, ponte en contacto con Zaím por alguno de estos medios: - Teléfono: 619 742 203 - Direcciones de correo electrónico: |
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